Camilo es el más aplicado de la clase. Por eso todos le tienen bronca. Además, porque se viste de una manera que parece estar siempre de fiesta. Hoy vino vestido con un camisa rosada, y eso que el uniforme de los niños tiene camisa blanca. Los profesores siempre le llaman la atención por eso, pero él dice que hoy la camisa del uniforme estaba sucia y no está bien que un niño ande sucio. Entonces lo dejan tranquilo y le dicen que le perdonan, pero que será la última vez.

El siempre me presta las tareas cuando alguna se me olvida, aunque sabe que no juego con los niños. De todas maneras, el día que iban a escoger al más juicioso del salón para que nos representara ante la alcaldía, yo voté por Camilo.

Ahora me parece que algo le pasa. La semana pasada debíamos traer una composición sobre lo que habíamos hecho en las vacaciones. Todos la entregamos menos Camilo. Cuando la profesora le dijo que la leyera en voz alta, levantó su cuaderno, leyó el título, y se sentó sin leer más. Todos nos quedamos aterrados. No entendimos nada. La medalla que le cuelga del saco se le movía para todos lados, porque estaba temblando, hasta que no pudo más y se agachó sobre el pupitre. La profesora le dijo que tenía uno y él siguió en la misma posición. Casi todos los compañeros se pusieron muy contentos porque al fin Camilo dejaba de ser perfecto.

A la hora de la salida me le acerqué y le pregunté por qué no había querido leer la tarea. Él se quedó mirándome y me dijo que me contaría si yo no se lo decía a nadie. Le juré por Dios que no iba a contar, pero él sólo añadió:

-Es que mi mamá y mi papá se van a separar.

Yo me quedé mirándolo fijo, porque no entendí nada. Entonces abrió el cuaderno de español y me mostró un dibujo lleno de colores, demasiado bonito para poder contarlo.

– Pero Camilo- le dije- ¿No escribiste nada?

– No pude.

Después no hubo más tiempo de hablar porque llegaron Marysol y Fausto. Todavía sigo sin comprender. Tal vez Camilo no entendió que la tarea era escrita, y claro, !un dibujo no se puede leer!

Pobre Camilo. Aunque, pensándolo bien, no entiendo qué relación tiene eso con lo del papá y la mamá. Definitivamente debe estar chiflado.

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